Te añoro tanto. Desde que te marchaste no ha habido, ni habrá, un sólo momento del dia en el que no haya pensado en ti. Nadie sabe de lo que paso por que como dijo alguién el dolor hay que llevarlo con dignidad y este miserable orgullo (o quien sabe tal vez salvador) hace que no demuestre todo el dolor que llevo por dentro, aunque algunas veces los ojos delatan. Que decir tiene que sueño contigo todas las noches, aunque estos sueños son sólo retazos melancólicos de viejas glorias que sé que nunca van a volver, pero no puedo evitarlo. Te recuerdo en los lugares y circunstancias más variopintas imaginó que no es uno el que se impregna de recuerdos sino más bien son ellos los que nos impregnan. De momento a modo de despedida diré que espero verte pronto.
